jueves, 4 de junio de 2009

Arquitectura neoclásica en francia

La reacción frente al rococó se inicia en los días de Luis XVI, razón por la que se establece una distinción entre el estilo Luis XVI y el estilo imperio. Uno de los arquitectos más notables del estilo Luis XVI es J.A. Gabriel. A él se debe, entre otras importantes obras, el “Petit Trianon” de Versalles. Cuatro columnas corintias con entablamento enmarcan las ventanas centrales y cada lado un paño de pared practicado por puertas y ventanas ciñe el conjunto.



En el interior hay una escalera con barandilla de hierro forjado. La severidad clásica del barroco francés en las fachadas da fácil paso en los días de Luis XVI a los grandes pórticos de los templos griegos y romanos. En este sentido se destaca el arquitecto J. C Soufflor, que construye la iglesia de Santa Genoveva, en Paris, dedicada después de la revolución a Panteón de Hombres Ilustres. De planta de cruz griega, con ostentosa columnata interior y muros exteriores cortados en ángulo recto, tiene en el centro una triple cúpula que se apoya sobre un inmenso tambor sostenido por una columnata porticada. La entrada es un pórtico de grandes columnas corintias sin estrías con frontón de coronamiento al gusto antiguo. Muy relevante es la iglesia de la Magdalena, que ,comenzada en 17645 bajo Luis XVI y todavía sin terminar, se transforma por orden de Napoleón, con arreglo a los planos de Bartolomé Vignon, en templo dedicado a la Fama. En su interior es de cruz latina, con cúpula, pero exteriormente tiene frontón y pórticos de columnas en todos sus frentes. Durante el estilo imperio adquiere gran importancia un tipo de edificio de características tradicionales, pero con una nueva utilidad: la Bolsa. Con él, la burguesía en el poder crea su autentico templo. La Bolsa de Paris es un templo corintio, de cruz griega, que descansa sobre un estabilobato y la columnata se remata por capiteles que sostienen un entablamento. Los fustes son sin estrías y están distribuidos escasamente espaciados para producir un mas bello aspecto. Durante algún tiempo del imperio napoleónico vuelve a ponerse de moda la vieja costumbre romana de construir arcos de triunfo. El mas notable, por su grandiosidad, es el gigantesco de la plaza de la Estrella, en Paris. De un solo vano, de unos cincuenta metros de altura y sin columnas, es obra de Chalgrin, autor también del teatro Odeon de Paris.

LA DECORACIÓN INTERIOR. El neoclásico es también un estilo de decoración interior. En este aspecto, mas que en la ornamentación exterior, se advierte la diferencia entre el estilo Luis XVI y el imperio. Naturalmente, el estilo Luis XVI representa la vuelta a la simetría y a las normas y temas decorativos generales de la arquitectura clásica renacentista, si bien se distingue de esta por su preferencia por los temas geométricos, su mayor simplicidad y menor recargamiento. Los tableros son rectangulares y se ponen de moda los medallones elípticos. Se emplean molduras mas sencillas y rectilíneas, las estrías y los meandros, los vegetales mas lisos, como las hojas de palma y laurel, la roseta, etc., y en general se tiende a los ángulos rectos, a los arcos de circulo y a las superficies cilíndricas. En el estilo imperio se agudiza el deseo de simplicidad y claridad decorativa de Luis XVI, haciéndose los ornamentos cada vez mas fríos y estilizados y perdiendo el resto de naturalismo que conservan en el periodo anterior. Son incluidos temas de carácter militar referidos a las campañas guerreras de Napoleón, como las esfinges, la flor de Loto y las pirámides, alusivas a la campaña de Egipto. Las construcciones que forman las alas del monumento del mismo estilo, aumentan poderosamente la pujanza del cuerpo central. Mas atento y fiel a las características del arte de los clásicos es Karl Riedich Schinkel. De él es el llamado Cuerpo de Guardia, en Berlín, algo así como un castillo cuadrado, reforzado para la defensa en los ángulos y precedido por un pórtico dorico. Obra también de Schinkel es el Teatro de Berlín, edificio de gran dignidad clásica y en el que cada una de sus partes esta magistralmente enlazada con el resto, constituyendo el conjunto de espléndida unidad armónica llena de elegancia.

En el pórtico escogió el orden Jonico. Otro gran arquitecto del neoclásico alemán es Leo Von Klenz, autor de la gliptoteca de Munich y de los propileos que cierran monumentalmente la plaza Real, también de Munich. Estos ofrecen un cuerpo central estrechamente afín a los propileos atenienses, mientras que las torres que lo flanquean, adelgazándose ligeramente, recuerdan los portales egipcios o pilones. La acertada asociación de elementos tan distintos se realiza mediante unas proporciones sabiamente calculadas y completada por el ático que corre sobre el frontón y continua, por ambos lados, en los frisos de las torres.

El Estilo Biedermeier. En la arquitectura de edificios particulares se desarrolla en Alemania el llamado estilo Bierdermeier, del nombre de un pintoresco y simpático personaje de la literatura, en el que se veían resumidas las virtudes del alemán burgués medio, con cierto gusto y manifiesta sencillez. Las guerras napoleónicas vacían las arcas de los estados alemanes que, si bien excepcionalmente pueden permitirse la aplicación de hermosas pinturas en edificios públicos, no ocurre así en las edificaciones privadas. Se produce entonces un estilo, que se desarrolla durante los años 1815 a 1850 y cuya principal aspiración es la de construir viviendas practicas y duraderas. Dicho estilo alcanzo gran notoriedad en la decoración interior y en la producción de muebles.

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